Unos ilustrados muy poco lúcidos. Entrada de la Enciclopedia escrita por Diderot:
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«SCHAMANS, m., pl., es el nombre que los habitantes de Siberia dan a impostores que allí cumplen las funciones de sacerdote, juglar, brujo y médico. Estos schamans pretenden tener influencia sobre el Diablo, al que consultan para conocer el futuro, curar enfermedades y para efectuar trucos que parecen sobrenaturales, ante un pueblo ignorante y supersticioso: para ello se sirven de tambores que tocan con fuerza, al mismo tiempo que danzan y dan vueltas con una rapidez sorprendente; una vez se han alineado a partir de contorsiones y la fatiga, pretenden que cuando el Diablo se halla de buen humor entonces éste se les aparece. A veces la ceremonia se acaba fingiendo que se clava un cuchillo, lo que multiplica el asombro y el respeto de los imbéciles espectadores. Estas contorsiones suelen estar precedidas del sacrificio de un perro o un caballo, que luego se comen con mucho aguardiente y la comedia se termina con la ofrenda de dinero al schaman, quien no hace gala de más desinterés que los demás impostores de la misma calaña» (Recogido en Narby y Huxley (ed), 2005 [2001], pp. 50-51)
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